Un retrato se refiere a la expresión plástica de una persona a imitación de la misma; se pretende mostrar la semejanza, personalidad o estado de animo de la persona, es decir, la voluntad de perpetuar el recuerdo de una persona y de crear una imagen histórica de quien está siendo retratado. El retrato no es un mera reproducción mecánica de los rasgos, sino que entra en juego la sensibilidad del artista, que interpreta los rasgos según su gusto y las características del arte del tiempo en que opera.
El retrato aparece en el siglo V a.c. sobre las monedas de los reyes persas. El uso se expandió sobre todo desde la muerte de Alejandro Magno, se conoció un desarrollo considerable en la época romana y en la Edad Media se siguió realizando retratos en las monedas.
Evolución del Retrato:
- Intencional: impulso de retratar y fijar a una determinada persona, es un rasgo espontáneo y primordial; se manifiesta de la manera más ingenua atribuyendo un nombre a una imagen genérica (dibujos de los niños)
- Tipológico: en está la representación aún no se parece al sujeto individual, están presentes una serie de elementos que circunscriben la representación genérica a una cierta categoría de individuos, facilitando la identificación
- Fisonómico: es la representación de los rasgos somáticos y la búsqueda de la expresión psicológica del individuo;se fija un juicio moral sobre la persona retratada, eligiendo una actitud particular que fijar, un gesto, una expresión.
- Reconstrucción: es cuando el artista no ha visto al sujeto e intenta, sobre la base de las informaciones que posee y su sensibilidad, recrearlo según el concepto que se ha formado sobre esa personalidad determinada.
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